lunes, 25 de abril de 2011

...Un relámpago surca el ancho cielo, y mi mente vuelve al pasado. Otro relámpago, y la mesa que está junto a mí se ilumina lo suficiente para permitirme ver una fotografía de èl, la mejor que tengo. La enmarqué, con la esperanza de que se conservara intacta. La tomo y me la acerco a la cara. La miro largamente; no puedo evitarlo.Quisiera preguntarle tantas cosas, pero sé que la foto no me contestará, y la dejo nuevamente sobre la mesa...

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