sábado, 17 de diciembre de 2011

Federico M.

Me quiero morir. Eso es lo que pense cuando me marché. Cuando cogí el avión, hace apenas dos años. Quería acabar con todo. Sí un simple accidente era lo mejor. Para que nadie tuviera la culpa, para que yo no tuviera que avergonzarme, para que nadie tuviera un porqué. Recuerdo que el avión se movió durante todo el viaje. Había una tormenta y todos estaban tensos y asustados. Yo no. Yo era el único que sonreía. Cuando estás mal, cuando lo ves todo negro, cuando no tienes futuro, cuando no tienes nada que perder,cuando... Cada instante es un peso enorme, insostenible. Y resoplas todo el tiempo. Y querrías liberarte como sea. De cualquier forma. De la más simple, de la más cobarde, sin dejar de nuevo para mañana ese pensamiento: ella no está. Ya no está. Y entonces, simplemente, querrías no estar tampoco tú. Desaparecer.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Te quiero, ya nos veremos...

Anoche no pude dormir pensando que habíamos terminado, pero he dejado de amargarme porque sé que lo que tuvimos fue real. Y si en un futuro lejano volvemos a encontrarnos en nuestras nuevas vidas, te sonreiré con alegría y recordaré el verano que pasamos bajo los árboles, aprendiendo el uno del otro y creciendo en el amor. Quizás tú sientas lo mismo, y aunque solo sea por un fugaz instante me devuelvas la sonrisa, y saborees los recuerdos que siempre compartiremos. El mejor tipo de amor es el que despierta el alma y nos hace inspirar a más, nos enciendo el corazón y nos trae paz a la mente. Eso es lo que tú me has dado y lo que yo esperaba darte siempre. Te quiero, ya nos veremos...