sábado, 22 de octubre de 2011

Tan solo quiero mi dosis diaria de ti...

Cada carcajada, cada estupidez han hecho de este, un mundo mejor. Me congelo en las noches de verano y  me derrito en las de invierno si no te tengo cerca. Necesito mi dosis diaria de ti...

Yo tampoco era una princesa...

Con cada paso que daba hacia delante, las posibilidades de que apareciese mi príncipe verde corriendo ha detenerme, eran menos.


 Al fin y al cabo... yo tampoco era una princesa...