Triste, como un perro en la autopista...
Intentas autoconvencerte de lo que te gustaría creer, aunque sabes que no es así, solo para sentirte mejor. Y sientes cientos de hormigas merodeando por tu tripa, que no te dejan estar enfadada, y esto te pone aún peor. Pero te topas de frente con la puta realidad, que viene cargada de insecticidas y en un momento se cargan todas tus hormiguillas. Ya no hay ningún motivo que te sostenga a no estar enfadada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario